Serge Gruzinsky, el eminente historiador francés experto en el proceso de colonización del Nuevo Mundo y referencia de la llamada historia global, participa en una mesa redonda en la Casa de Colón

Denominada ‘Mundialización, occidentalización y mestizaje. Un desafío museográfico’, se celebra el día 1 de abril, a las 19:00 horas, con la participación de Andrés Gutiérrez Usillos, director del Museo de América de Madrid, y Jorge Onrubia, profesor de Prehistoria de la Universidad Castillla-La Mancha

·        “Nos toca el fin del mundo occidental con la división de la América de Trump y la Unión Europea”, señala Gruzinsky

Las Palmas de Gran Canaria, 31 de marzo de 2025.- El historiador francés Serge Gruzinsky (1949), director emérito de investigación en el Centro Nacional para la Investigación Científica de Francia y autor, entre otros títulos, de los libros ‘La guerra de las imágenes. De Cristóbal Colón a Blade Runner’, ‘¿Para qué sirve la Historia?’, ‘La mente mestiza’ o ‘La máquina del tiempo, cuando Europa empezó a escribir la historia del mundo’, participa el día 1 de abril, a las 19:00 horas, en la mesa redonda denominada ‘Mundialización, occidentalización y mestizaje. Un desafío museográfico’ que tendrá lugar en la Casa de Colón.

El acto que será moderado por la directora de la Casa de Colón, Carmen Gloria Rodríguez, y en el que también participan Andrés Gutiérrez Usillos, director del Museo de América de Madrid, y Jorge Onrubia, profesor de Prehistoria de la Universidad Castillla-La Mancha, se incluye en el programa del ciclo denominado ‘De museos y ontologías. La complejidad de exhibir América’ que, desde el pasado año, pretende erigirse como un foro de reflexión alrededor de la revisión de los discursos y recorridos museográficos de varios centros museísticos nacionales e internacionales, en el que participarán profesionales y figuras de relevancia en el ámbito de la dirección y gestión.

Gruzinsky es un historiador de referencia de la llamada historia global, que intenta mirar al mundo tal como es, sin las gafas de los relatos nacionales, que persigue difundir sus investigaciones con la perspectiva de transmitirla a las nuevas generaciones de esta Europa mestiza y cosmopolita, y a la vez amenazada por los repliegues nacionalistas.

Según avanzó en un encuentro realizado en la mañana de hoy lunes en la Casa de Colón con los medios de comunicación, “soy ciudadano europeo y estamos al borde una guerra. Vivimos entre Putin y Trump. Y lo vamos a pagar carísimo. La gente no se percata de que en 60 años de Unión Europea no hemos sido capaces de pasar de una memoria nacional a una memoria europea que hubiera justificado ahora la necesidad de contar con un ejército y un sistema de defensa europeo. Para nuestros hijos es un problema de hoy. Tenemos que saber lo que sucede en Ucrania y lo que pasará próximamente en los países bálticos. Necesitamos organizar la defensa de la Unión Europea. Tenemos la necesidad absoluta de construir una memoria, una identidad europea y eso se formula a través de nuestros pasados. A partir del siglo XVI surge la idea del mundo occidental y a nosotros nos toca el fin del mundo occidental con la división de la América de Trump y la Unión Europea”, advirtió el historiador. 

“La democratización de España con la autonomía de sus provincias provocó que hubiese mucho más interés por la historia local que por el pasado colonial entroncado con la historia global. Muchas de las energías intelectuales están concentradas en España por lo local, y el caso de Cataluña es ejemplar. La fragmentación es una catástrofe porque deberíamos utilizar el pasado para explicar la nueva España. Los canarios tienen la obligación de contribuir con su pasado a construir la memoria europea para no proseguir con la colonización intelectual y cultural”, dijo. “El impulso de la primera mundialización es fruto de la expansión española y portuguesa, pero con otros actores como China e India”.

Gruzinsky, que estuvo en el año 2007 en la isla, igualmente se ha interesado en la última década en reflexionar sobre los fenómenos que han contribuido a conformar lo que podemos llamar como la digitalización del mundo. Sobre ese mundo que hemos conocido, que hemos tratado de aprender con la escritura, los libros o las bibliotecas, y que, lamentablemente, está desapareciendo del papel.

“Como la escuela no funciona desgraciadamente, los museos deben convertirse en espacios de resistencia porque los jóvenes viven fuera de la realidad a través de sus mundos virtuales. Tienen que recrear la relación entre esos jóvenes realidad y la realidad con herramientas atractivas”.  

En sus trabajos ha abordado temas como la interrelación entre culturas, la influencia de la colonización y la importancia de la memoria histórica en la construcción de identidades. Gruzinski también reflexiona sobre su trayectoria académica y los desafíos que enfrenta la historiografía contemporánea.

Ha insistido en explicar que la Historia de las Mentalidades es el estudio de la superestructura, o sea, de cómo la mente de los hombres ha asimilado, aceptado o rechazado, las estructuras sociales y económicas en que ha vivido. Gruzinski ha analizado también el desarrollo del mestizaje –o quizá sea mejor referirse a los mestizajes– en el irreversible, complejo y a la vez interesante escenario de la mundialización que sigue gestándose en la actualidad y cuyos orígenes se remontan a su juicio al siglo XVI.

Su orientación académica siempre ha estado a favor de recuperar la historia a largo plazo y a establecer un diálogo constante entre pasado y presente para intentar alumbrar el futuro. Por ejemplo, el análisis que en él lleva a cabo de la expansión portuguesa y española en los siglos XVI y XVII, provee un ejemplo práctico de la utilidad que tiene estudiar episodios pasados para iluminar los mecanismos, ideas y actitudes del presente, así como sus posibles consecuencias.

Entre sus principales distinciones figuran el Premio Roger Caillois por el conjunto de su obra, el Premio Howard F. Cline Memorial en 1991, la Medalla de Plata del Centro Nacional para la Investigación Científica de Francia en 1996, el Doctorado Honoris Causa de la Universidad Católica del Perú en 2007 y el Doctorado Honoris Causa de la Universidad Nacional de San Carlos, Lima, en 2007, el Premio Internacional de Historia concedido en el Congreso Internacional de Ciencias Históricas, Jinan, en 2015. En 2015 fue el primer historiador galardonado con el Premio Internacional del Comité Internacional de Ciencias Históricas, considerado el «Premio Nobel» de esa disciplina.

LAS PALMAS DE GRAN CANARIA. 31/05/25.- Rueda de prensa para presentar Diálogos «De museos y ontologías II» Serge Gruzinsk. Cabildo de Gran Canaria/Ángel Medina G.